Todos los audífonos constan de cuatro componentes básicos: un micrófono, un amplificador, un receptor (que es esencialmente un auricular) y una batería.

El audífono capta el sonido a través de su micrófono, que convierte el sonido en impulsos eléctricos antes de enviarlo al amplificador. Luego, el amplificador aumenta la potencia de estas señales y las pasa a través del auricular a su oído.

Pero no todos los audífonos ofrecen la misma experiencia auditiva y comodidad. Los audífonos modernos tienen un chip de computadora, que es programado por el profesional de la audición para adaptarse a sus necesidades.

De esta forma, los audífonos pueden ofrecer un sonido natural, puro y personal. Los audífonos sofisticados también pueden reducir los sonidos no deseados y enfocarse en los sonidos más importantes.